¿CÓMO SE COMENTA UN TEXTO LITERARIO?

 
              

 

"Así como el estudio de la Música sólo puede realizarse oyendo obras musicales, el de la literatura sólo puede hacerse leyendo obras literarias. Suele ser creencia general que para "saber literatura" basta conocer la historia literaria, Esto es tan erróneo como pretender que se entiende de Pintura sabiendo dónde y cuándo nacieron los grandes pintores, y conociendo los títulos de sus cuadros, pero no los cuadros mismos. Al conocimiento de la literatura se puede llegar: a) En extensión, mediante la lectura de obras completas o antologías amplias. b) En profundidad, mediante el comentario o explicación de textos."
Fernando Lázaro Carreter y Evaristo Correa Calderón. Cómo se comenta un texto literario.

 

 

FICHA  
1 Fase previa:  Lectura comprensiva y localización del texto
2 Localización: El texto en su contexto
3 Análisis del contenido: Argumento. Tema
4 Estructura: Interna. Externa
5 Estudio de la forma partiendo del contenido: Nivel fónico.
Nivel morfosintáctico. Nivel léxico‐semántico
6 Relación del texto con el autor y su época.
7 Conclusión.


El comentario de texto
Hay muy variados sistemas de comentario. En  cualquiera de ellos, no obstante,
debemos proponernos dos objetivos:
∙  fijar con precisión lo que el texto dice
∙  dar razón de cómo lo dice
En todo texto se dice algo (fondo) mediante palabras (forma). Esto no quiere
decir que fondo y forma puedan separarse, a no ser metodológicamente como
procedimiento de estudio. En realidad se enlazan tan estrechamente que ambos
forman una unidad total: LA OBRA ARTÍSTICA
Consejos para hacer un buen comentario de textos literario
• Consultar previamente los datos de la historia literaria que se relacionan con
el texto (época, autor, obra…)  
• Evitar parafrasear el texto, es decir, repetir las mismas ideas a las que éste se
refiere, pero de forma ampliada.  
• Leer despacio, sin ideas prefijadas, intentando descubrir lo que el autor quiso
expresar.  
• Delimitar con precisión lo que el texto dice.  
• Intentar descubrir cómo lo dice.  
• Concebir el texto como una unidad en la que todo está relacionado; buscar
todas las relaciones posibles entre el fondo y la forma del texto.  
• Seguir un orden preciso en la explicación que no olvide ninguno de los aspec‐
tos esenciales.  
• Expresarse con claridad, evitar los comentarios superfluos. Ceñirse al texto:
no usarlo como pretexto para referirse a otros temas ajenos a él.  
• Ser sincero en el juicio crítico. No temer expresar la propia opinión sobre el
texto, fundamentada en los aspectos parciales que se hayan ido descubriendo.  3
• Evitar el limitarnos a exponer una serie de conocimientos sobre la ma‐
teria de que se trata en el texto.  
Así pues, comentar un texto consiste en relacionar de forma clara y ordenada el
fondo y la forma de ese texto y descubrir lo que el autor del mismo quiso decir‐
nos. Puede haber, por tanto, distintas explicaciones válidas de un mismo texto,
dependiendo de la cultura, la sensibilidad o los intereses de los lectores que lo
realizan.
Para llevar a cabo el análisis conviene seguir un método, establecer una serie de
fases o etapas en el comentario que nos permitan una explicación lo más com‐
pleta posible del texto.
1.‐ FASE PREVIA: Lectura comprensiva y localización del texto
Consiste en la lectura detenida y comprensiva del texto que nos permita enten‐
der tanto el texto completo como cada una de las partes que lo forman. Convie‐
ne tomar notas en un borrador o sobre el propio texto. Leer atentamente el texto
consultando las palabras de significado desconocido o impreciso, hasta com‐
prender perfectamente el sentido literal del texto. Normalmente son necesarias
varias lecturas. En esta fase será necesario utilizar diccionarios, gramáticas y
otros libros de consulta.   
2.‐ LOCALIZACIÓN: EL TEXTO EN SU CONTEXTO
El objetivo de la localización es colocarnos ante el texto con el mayor conoci‐
miento de datos posible para la correcta interpretación. Indicar con referencia al
texto:
2.1.‐ Los textos pueden ser fragmentos u obras íntegras, y, por lo general, perte‐
necen a un autor que ha escrito otras obras a lo largo de su vida. Por eso es im‐
prescindible localizar el texto que se comenta, es decir identificar algunos datos
externos como los siguientes:
Se debe indicar si se trata de:
‐ Una obra aislada (es decir, completa): autor, fecha, obra, momento de la obra
en la producción del autor; características generales de la época, movimiento
literario al que pertenece el texto o influencias, relación con otros movimientos4
artísticos y culturales del momento. Relación de esa obra con el resto de la pro‐
ducción del autor.  
‐ Un fragmento o un poema: obra a la que pertenece el fragmento, parte en la
que se encuentra, relación con el resto de la obra e importancia del fragmento
en la obra. Relación del texto con su contexto histórico.  
2.2.‐ El género literario y la forma de expresión  
Es importante delimitar el género y subgénero literario al que pertenece el tex‐
to.    
Dependiendo del género literario al que corresponda deberemos incorporar
unas u otras facetas de análisis: no analizaremos los mismos aspectos si se trata
de un texto narrativo –donde además deberemos considerar elementos de la
narración‐, que un texto expositivo o lírico, por ejemplo.  
3.‐ ANÁLISIS DEL CONTENIDO.
    En esta fase deben analizarse el argumento, el tema o idea central que el autor
nos quiere transmitir, su punto de vista y la forma en que estructura el mensaje.
  
•Para hallar el argumento preguntaremos: ¿Qué ocurre?   
•Para delimitar el tema: ¿Cuál es la idea básica que ha querido transmitir el au‐
tor del texto?  
•Para analizar la estructura: ¿Cómo organiza el autor lo que quiere decir en
unidades coherentes relacionadas entre sí?  
•Para descubrir la postura del autor: ¿De qué forma interviene el autor en el
texto?  
3.1.‐ARGUMENTO
Hallar el argumento de un texto es seleccionar las acciones o acontecimientos
esenciales y reducir su extensión conservando los detalles más importantes. El
argumento puede desarrollarse en uno o dos párrafos. Debe hacerse un resu‐
men del contenido del texto (lo más breve posible) : ¿qué cuenta?, ¿qué expre‐
sa?, ¿qué ocurre?

Si del argumento eliminamos todos los detalles y definimos la intención del
autor, lo que quiso decir al escribir el texto, estaremos extrayendo el tema. Este
ha de ser breve y conciso: se reducirá a una o dos frases.
3.2.‐ TEMA
   Se trata de exponer con claridad, brevedad y precisión la idea central del texto
(sentido, intención ). Hay que prescindir de lo anecdótico.
TEMA es aquello que el autor nos quiere transmitir con relación a la materia
de la que habla (dolor por un amor inalcanzable, horror ante la proximidad de
la muerte,...). En definitiva, se trata de la idea que el autor quiere transmitirnos
con lo que escribe.
La definición del tema debe ser CLARA, BREVE y EXACTA; intentando dar
con la palabra abstracta que sintetice la intención del autor (rebeldía del poeta
ante la injusticia, reflexión serena sobre la fugacidad de la vida, exaltación de la
valentía de un personaje, apacibilidad de un paisaje,...). De esta manera pode‐
mos constatar que una misma MATERIA puede dar origen a innumerables y
variado temas.
La formulación de un tema no debe incluir elementos superfluos ni rasgos epi‐
sódicos, pero debe dar una idea de la totalidad del texto; es decir, concentrar en
pocas palabras el contenido profundo del texto, lo que el autor ha querido
transmitir.
Al analizar el tema de un texto habrá que señalar también los tópicos y motivos
literarios que puedan aparecer en el texto: locus amoenus, beatus ille, etc…   de ahí
la importancia de tener presente el contexto en que se produce la obra.
4.‐ ESTRUCTURA
4.1.‐ Estructura interna: Si nos detenemos en la forma en que el autor ha
compuesto el texto y en cómo las distintas partes del mismo se relacionan entre
sí, estaremos analizando la estructura, es decir, en la división en partes lógicas
del contenido. Cada parte expresará un aspecto del tema. Todo texto esta com‐
puesto por una serie de elementos o PARTES que guardan relación entre sí, se
trata de determinar estas partes y de ver el tipo de relación que tienen entre sí y
cómo las ha distribuido el autor. Llamamos PARTE a cada uno de los aparta‐
dos que podemos determinar en un texto. El tema se distribuye de manera
irregular por los apartados. Éstos se caracterizan y se distinguen entre sí porque6
el tema adquiere en cada uno de ellos distintas modulaciones (cambio del moti‐
vo o de la manera de tratarlo, o trata de un aspecto diferente del tema,...). En
cualquier caso, debemos señalar la extensión de cada una de las partes –de
dónde a dónde‐ y su contenido específico (el subtema que se trata en ella).  
4.2.‐ Estructura externa: Si estamos analizando poesía, hay que tener en
cuenta la división del texto en estrofas. Se analizará especialmente, no exclusi‐
vamente. Se trata de describir y definir la combinación estrófica empleada por
el autor. Para ello indicaremos:
• Número de versos  
• Medida o medidas de los versos  (señalando licencias, si las hay)
• Tipo de la rima  
• Forma de combinación de la rima  
Cuando se trata de una estrofa conocida, indicaremos finalmente el nombre de
la misma. Cuando no lo sea, procederemos a la descripción de la misma de la
manera indicada.  
5.‐ ESTUDIO DE LA FORMA PARTIENDO DEL CONTENIDO
Llamamos FORMA a las palabras, los giros gramaticales, recursos o figuras esti‐
lísticas utilizados por el autor en el texto, es decir, a los materiales lingüísticos.  
Debemos localizarlos, citándolos textualmente:
Por ejemplo: 1) verso 7 (indicar dónde se encuentra), 2) “oro” (la palabra), 3)
metáfora (señalar su nombre) y 4) resaltar la belleza de los cabellos de la dama amada
(indicar la función en el texto).
   Fondo y la forma de un texto están íntimamente unidos. Por eso en
esta fase del comentario se ha de poner al descubierto cómo cada rasgo
formal responde, en realidad, a una exigencia del tema. En este apar‐
tado habremos de analizar:
     
  
Es la parte más extensa del comentario. Se trata de analizar los recursos lingüís‐
ticos, estilísticos y retóricos, siempre teniendo como referencia la interpreta‐
ción del texto. Lo importante no es hacer una lista de recursos, sino responder a
la pregunta: ¿por qué el autor dice esto de esta forma?  

Aunque hay que tender a la globalización, se recomienda, sobre todo al princi‐
pio, estructurar esta parte según los niveles de la lengua.
NOTA:_  Lógicamente, la extensa relación de las posibilidades de análisis de la
forma en sus distintos niveles que siguen, son extensamente orientativos:  debe‐
remos ajustar nuestro comentario a cada texto, y no todos los textos presentarán
la posibilidad de una extensa revisión de la forma analizada en cada uno de los
niveles de la lengua:
       
5.1.‐ NIVEL FÓNICO:
• Plano fónico: se analizarán las peculiaridades ortográficas, fonéticas y gráfi‐
cas del texto que tengan valor expresivo.
• El análisis métrico de los textos en verso: Ritmo, medida, rima, pausas,
encabalgamientos, tipos de versos y estrofas utilizadas, etc.
• El análisis del lenguaje literario: Figuras del nivel fónico.
Nos detendremos en el uso que el autor hace de las diferentes figuras retóri‐
cas y con qué intención, relacionándolo en todo momento con el tema del
texto  
      5.2.‐ NIVEL MORFOSINTÁCTICO:
• Plano morfosintáctico: se prestará atención a aspectos como los siguientes:
acumulación de elementos de determinadas categorías gramaticales (sustanti‐
vos, adjetivos, etc.); uso con valor expresivo de diminutivos y aumentativos, y
de los grados del adjetivo; presencia de términos en aposición; utilización de los
distintos tiempos verbales; alteraciones del orden sintáctico; predominio de de‐
terminadas estructuras oracionales…  Por ejemplo:
• Análisis del estilo: indicar si predomina el estilo nominal o el estilo ver‐
bal ,  análisis de los sustantivos (concretos, comunes o propios, abstrac‐
tos, colectivos, etc.,), análisis de los adjetivos (si predominan los especifi‐
cativos o los  epítetos… Como ya sabemos, no tienen las mismas carácte‐
rísticas morfosintácticas los textos narrativos, descriptivos, expositivos…
• Estudio de las figuras de este nivel.  
      5.3.‐ NIVEL LÉXICO SEMÁNTICO:
• Plano semántico: se analizará el léxico utilizado por el autor, la presencia
de términos homonímicos, polisémicos, sinónimos, antónimos, etc.; y los va‐
lores connotativos del texto.  
• Estudio del registro lingüístico al que pertenece (culto, coloquial, vul‐
gar).  
• Estudio de la connotación y denotación.  
• Campos semánticos  
• Estudio de los tropos y figuras retóricas de este nivel.  
6.‐ RELACIÓN DEL TEXTO CON EL AUTOR Y LA ÉPOCA
* El texto en la obra, la obra en el autor, el autor en la época.
7.‐ CONCLUSIÓN
Se debe comentar brevemente si a nuestro juicio consigue el autor su propósito
y valorar personalmente el texto. En este apartado se trata de hacer balance de
todas las observaciones que hemos ido anotando a lo largo del comentario y
expresar de forma sincera, modesta y firme nuestra impresión personal sobre el
texto, además de un resumen de los aspectos más relevantes analizados en el
comentario. 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Consejos para hacer un buen comentario de textos literario

• Consultar previamente los datos de la historia literaria que se relacionan con el texto (época, autor, obra…)
• Evitar parafrasear el texto, es decir, repetir las mismas ideas a las que éste se refiere, pero de forma ampliada.
• Leer despacio, sin ideas prefijadas, intentando descubrir lo que el autor quiso expresar.
• Delimitar con precisión lo que el texto dice.
• Intentar descubrir cómo lo dice.
• Concebir el texto como una unidad en la que todo está relacionado; buscar todas las relaciones posibles entre el fondo y la forma del texto.
• Seguir un orden preciso en la explicación que no olvide ninguno de los aspectos esenciales.
• Expresarse con claridad, evitar los comentarios superfluos o excesivamente subjetivos.
• Ceñirse al texto: no usarlo como pretexto para referirse a otros temas ajenos a él.
• Ser sincero en el juicio crítico. No temer expresar la propia opinión sobre el texto, fundamentada en los aspectos parciales que se hayan ido descubriendo.

 

 

 

Así pues, comentar un texto consiste en relacionar de forma clara y ordenada el fondo y la forma de ese texto y descubrir lo que el autor del mismo quiso decirnos. Puede haber, por tanto, distintas explicaciones válidas de un mismo texto, dependiendo de la cultura, la sensibilidad o los intereses de los lectores que lo realizan.

Para llevar a cabo el análisis conviene seguir un método, establecer una serie de fases o etapas en el comentario que nos permitan una explicación lo más completa posible del texto.

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 Ejemplo:

 

    Texto:

  "Yo procuraba no invitar a nadie a casa para que mi padre no tuviera que esconderse en el armario, pero mi madre, quizás por amor, quizás por estrategia, establecía un ritmo de reuniones con mis amigos en nuestro piso. Cuando esto ocurría, mi padre se encerraba en su armario con un candil de carburo y unos libros hasta que todos se habían marchado. Afortunadamente, la portera, mal encarada y grosera, y su marido, Casto, un albañil silicótico y macilento, montaban en cólera cada vez que veían pasar a algún niño que no fuera vecino de la casa que tan celosamente guardaban. Esto, además de añadir un miedo más a nuestras vidas, evitaba las visitas imprevistas de mis amigos y los sobresaltos que siempre producían los timbrazos. No podré olvidar nunca que en una ocasión en que la reunión tuvo lugar en nuestra casa, mi padre se sintió enfermo y tuvo que ir al cuarto de baño perentoriamente. A pesar de que teníamos la puerta del comedor cerrada, a través de los cristales y de los visillos que la adornaban alguien entrevió una sombra recorriendo el pasillo. Para salir del paso, mi madre resolvió la situación hablando de un fantasma que de vez en cuando venía a visitarnos. Naturalmente, la explicación heló la sangre de todos los presentes, pero estábamos tan hechos al miedo, tan acostumbrados a las imágenes del Infierno, conocíamos tan bien lo aciago y sus horribles moradores, que todos dieron por buena la explicación. Seguimos jugando al parchís y al cabo del rato se oyó el ruido de la cisterna del retrete que, al llenarse, producía un traqueteo que terminaba en un silbido parecido al ulular del viento. El estupor y el miedo les paralizó, pero mi madre se limitó a comentar con naturalidad:

    -Siempre hace lo mismo este fantasma. Tira de la cadena y se marcha.

    Una sensación de alivio se derramó sobre misamigos y continuamos jugando".

 

                                                        Los girasoles ciegos, A. Méndez

 

    Respuesta. Comentario lingüístico:

 

    El texto propuesto pertenece a una novela (Los girasoles ciegos de A. Méndez); por lo que se clasifica como un texto literario, ya que recrea una situación real o ficticia dando mucha importancia al estilo y a la forma a través de recursos literarios. Concretamente el fragmento es narrativo, pues cuenta una historia que acontece a unos personajes reales o ficticios con cierta verosimilitud. La narración comienza in media res (no se conoce lo que ha ocurrido antes ni como terminará la historia). Es una narración en primera persona del singular, lo que la dota de valor autobiográfico. La función dominante del texto coincide con la propia de los textos literarios; la poética, el autor desautomatiza el lenguaje común con intención estética (por ejemplo: "El estupor y el miedo les paralizó"). Como función secundaria destaca la emotiva o expresiva, ya que el autor expresa ideas y sentimientos de los personajes (por ejemplo: "...estábamos tan hechos al miedo..."). Los términos son connotativos; el lenguaje adquiere valor contextual (por ejemplo: ("fantasma, timbrazos,...")

    A nivel fónico, debemos señalar que  el texto es enunciativo, sin marcas tonacionales, a excepción del estilo directo con el que el protagonista-narrador cita las palabras de su madre ("Siempre hace lo mismo estefantasma. Tira de la cadena y se marcha). A este nivel destaca como recurso estilístico de la onomatopeya en "...al ulular del viento".

    Desde el punto de vista morfosintáctico, las categorías dominantes del texto son las propias de la narración literaria: los sustantivos y los verbos. Respecto a los sustantivos enmarcan la acción y la sitúan, abundan tanto los comunes (por ejemplo: "casa, padre, candil, piso...") como abstractos para expresar sentimientos de los personajes (por ejemplo: "sobresaltos, miedo, estupor, explicación..."). Los verbos son, sobre todo, de acción que marcan la progresión de los acontecimientos, estableciendo el hilo conductor de la historia. Los tiempos usados son el pretérito imperfecto, para las partes más estáticas e incluso descriptivas (por ejemplo: "procuraba, producían, guardaban...") y el pretérito perfecto simple, el propio de la acción (por ejemplo: "tuvo, entrevió, paralizó, limitó..."). Hay que resaltar también el uso de formas no personales, sobre todo, infinitivos y gerundios (por ejemplo: "invitar, olvidar, ir, hablando, jugando..."). La adjetivación tiene valor funcional, ya que no es demasiado abundante; se usa por ejemplo para caracterizar a los porteros: "macilento, grosera, silicótico...). Los periodos sintácticos son largos y complejos, domina la subordinación frente a la coordinación. La subordinación propia de la narración es la adverbial que establece las circunstancias de la acción (por ejemplo: "...para que mi padre no tuviera que encerrarse en el armario...  ;... cuando esto ocurría..." ; "... A pesar de que teníamos la puerta... ". El recurso más destacado a este nivel es la anáfora (por ejemplo: "quizás por amor, quizás por estrategia...", "tan hechos al miedo, tan acostumbrados a las...").

    En el nivel léxico-semántico , el fragmento propuesto es de fácil comprensión, a pesar de que el lenguaje está codificado en clave literaria es un texto adecuado a un receptor medio especializado en desautomatizar el lenguaje común para entender todos los recursos y riqueza del enunciado. Es un texto coherente, ya que se tiene en cuenta la progresión lineal de las acciones y no hay saltos lógicos en la historia. Los personajes y su realidad también contribuyen a ello. La cohesión está determinada por los marcadores textuales, sobre todo, de finalidad (por ejemplo: "para que"); de adición (por ejemplo: "y, además"); de contradicción (por ejemplo:"pero"); de concesión (por ejemplo: "a pesar de que"); de circunstancias espacio-temporales (por ejemplo: "siempre, cuando, hasta que..."). Se utiliza también la repetición léxica (por ejemplo: "padre, fantasma, miedo..."). Los recursos a este nivel son la metáfora (por ejemplo: "Una sensación de alivio se derramó sobre mis amigos...", "la explicación heló la sangre..."); símbolos: (por ejemplo:"Infierno"; "horribles moradores..."). Además todo el texto está impregnado de cierta ironía por la situación que trata.        

    En conclusión, el texto propuesto es literario narrativo marcado por recursos...CONTINÚA TÚ, ELABORA TU PROPIA CONCLUSIÓN DE ESTE COMENTARIO LITERARIO.

 

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